Los encontramos a diario en prácticamente todos los alimentos que consumimos. Podemos verlos bajo nombres codificados como por ejemplo E-120 o con su nombre, como por ejemplo ácido carmínico. Según la ley (RD 3177/1983)
"Se entiende por "aditivo alimentario"
cualquier sustancia que, normalmente no se consuma como alimento en sí, ni se use como
ingrediente característico en la alimentación, independientemente de que tenga o no valor
nutritivo, y cuya adición intencionada a los productos alimenticios, con un propósito
tecnológico en la fase de su fabricación, transformación, preparación, tratamiento, envase,
transporte o almacenamiento tenga, o pueda esperarse razonablemente que tenga, directa o
indirectamente, como resultado que el propio aditivo o sus subproductos se conviertan en un
componente de dichos productos alimenticios"
O dicho de otra forma, cualquier cosa que se le añade al alimento, que no sea un ingrediente común pero que sea necesaria su adición para la elaboración del producto. Pongamos un ejemplo: un bizcocho común que hacemos en casa puede contener harina, huevos, leche, aceite y levadura. Este bizcocho dentro de un par de días empezará a cambiar (por ejemplo, su textura se endurecerá, la miga se hará grumosa, etc.). Si se quiere hacer este mismo bizcocho a nivel industrial, emplearemos los mismos ingredientes pero hay un inconveniente: el bizcocho no será consumido en dos días, por lo que se endurecerá, cambiará su sabor, incluso podría llegar a ser un alimento no seguro. Es aquí donde emplearíamos un aditivo, en concreto un conservante, para evitar el crecimiento de microorganismos en el bizcocho y afianzarnos de que es seguro consumir ese producto.
Existen muchos tipos de aditivos, aquí una breve lista de algunos de ellos:
- Acidulantes
- Conservadores
- Edulcorantes
- Colorantes
- Gasificantes

No obstante, siempre surge la duda de "¿Si me como tres bolsas de snacks sobrepasaré el límite que puedo tomar de esos aditivos?" Pues lamentablemente, la respuesta es: puede que sí, y puede que no. Todo dependerá de la cantidad de cada uno de los aditivos que tiene el producto que consumas. E inevitablemente, la segunda pregunta será "Entonces, si sobre paso el límite, ¿es perjudicial para mi salud?" aquí la respuesta también dependerá del tipo de aditivo: no es lo mismo consumir un poco más de vitamina C (E-300) que consumir un poco más de ácido bórico (E-240). En resumen, el consumo de aditivos y su toxicidad van a depender del tipo y de la cantidad.
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